Biografía de Fito Rodríguez, project manager y diseñador en Utopig

Crecí entre viñedos, con el mar Mediterráneo en el horizonte. A medida que iba ganando consciencia de la realidad, me di cuenta que no todo era tan bonito: las urbanizaciones se abrían paso en el pueblo poco a poco. Aquello me hizo cultivar un espíritu proteccionista con el territorio y el patrimonio natural. Rápidamente entendí que la única forma de enfrentarme era haciéndolo mejor.

Me acabó interesando todo aquello que rodeaba los hábitos de las personas, por eso estudié diseño de interiores en la Escuela Massana. Con el título en mano, quando me dejaron volar a solas, la crisis del 2008 me hizo migrar a China en busca de mejores oportunidades. Allí viví más de tres años, pude fundar un estudio de diseño, vivir experiencias inolbidables y explorar media Ásia, o eso me pareció! Cuando la contaminación en China se hizo insoportable, y las aguas en Europa estavan más calmadas, emprendí el vuelo de vuela. Dime oportunista.

En Barcelona continué la formación estudiando arquitectura, pero el interés por el diseño y el arte de proyectar edificios chocaba constantemente con mi necesidad de preservar el medio ambiente. Diferentes cursos de nombres complejos, especializados en el análisis del ciclo de vida, el desarrollo sostenible, la bioconstrucción, o la cerámica, acabaron por confirmarme lo que siempre había pensado: la única forma de cambiar las cosas, es hacerlas tú mismo.

Por eso continué con el estudio que había creado, lo transformamos en cooperativa y de la economía social para que encajase con nuestros valores. Éramos RiceUp, un estudio de diseño multidisciplinar formado por personas especializadas en diferentes ámbitos del diseño, y lo hicimos crecer on pocos años (emoji del smiley con gafas de sol).

Quando el viento soplaba de popa, decidimos abrir Verd Llima, un coworking, para finalmente poder disponer de un estudio en formato tradicional: con su kitchenette, un lavabo unisex, sus pizarritas, cartas de Pantone, y hasta una cargo bike hecha por nosotros! Muy hipster, sí, hasta que apareció un virus, haciéndolo saltar todo por los aires.

La disolución de la coopertiva era inevitable (ahora viene el plot twist, música épica). Cuando todo parecía estar perdido, apareció el superhéroe: un cerdito de color lila con alas al rescate de RiceUp! Las cooperativas se fusionaron y desde entonces formo parte de esta maravillosa familia de gente apasionada que se llama Utopig Studio. Mi papel principal dentro del equipo sigue siendo el de siempre, el de diseñador y gestión de proyectos, y si hago cualquier cosa, quiero que sea compartida, ecológica y socialmente justa.